El obispo de Getafe dice que no es de izquierdas, pero critica la desigualdad, la subida de la vivienda y el neoliberalismo
Ginés Ramón García ha patrocinado un estudio que critica los males del capitalismo, una posición inesperada en un alto representante de la Iglesia española


Los curas rojos son cosa del pasado y por todos es sabido que la Iglesia española es muy conservadora, tanto que el Papa Francisco, tachado a veces por los ultracatólicos de “comunista”, no ha hecho una visita en 12 años de pontificado. Sin embargo, el obispo de Getafe ha roto estos esquemas. Monseñor Ginés Ramón García acaba de publicar un informe sobre la desigualdad con tipografía morada que puede recordar a la podemita y que se queja de los males del “neoliberalismo”, habla de las “conquistas incuestionables de las luchas feministas”, critica las políticas educativas que provocan exclusión al financiar la escuela privada, y pide tributación justa, la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales, una regularización masiva de inmigrantes indocumentados o la aplicación de la ley de vivienda estatal. ¿Estamos ante el caso extraordinario en la iglesia española de un obispo descaradamente de izquierdas?
En persona, el prelado don Ginés no aparenta ser un revolucionario. Es un tipo afable de 63 años que habla pausadamente, con un marcado acento de Andalucía oriental. Fue nombrado en 2009 obispo de Guadix (Granada) por el Papa anterior, el ultraconservador Benedicto XVI, y en 2018, asumió su actual cargo, designado por el pontífice Francisco. Recibe a EL PAÍS en un despacho con pocos ornamentos ―un Cristo en la cruz, una virgen, una Biblia y un teléfono― que está usando de manera provisional, porque aún está de mudanza a esta nueva sede, un edificio de ladrillo visto de tres plantas junto a la plaza de toros. El obispo don Ginés ha traído para la ocasión su informe, con su portada morada, y lo ha colocado sobre una mesa redonda en la que recibe a los visitantes. El informe de 207 páginas se llama Mirar al sur de Madrid 2025. Una mirada a la realidad social de los municipios del sur de Madrid, y lo presentó él mismo en rueda de prensa el viernes 21 de marzo, junto al autor del documento, el sociólogo Andrés Aganzo.
Durante la conversación, rehúye la etiqueta de “progresista” y explica que el informe lo encargó porque quería reflejar el contraste de riqueza que se encontró al llegar a la diócesis de Getafe, que comprende 48 municipios y casi 1,7 millones de personas. La mayoría de localidades pertenecen al sur obrero de la Comunidad de Madrid, como Móstoles, Getafe, Fuenlabrada, Leganés, Alcorcón o Parla, pero también se incluye la tercera ciudad más rica de España, Boadilla del Monte.
“Yo saldría de los esquemas progresista o tradicional, porque creo que esto es otra cosa”, dice el obispo, que palmea la portada de su informe mientras habla. “Esto nace de la propia percepción, de lo que nosotros vemos y vivimos. Y sobre todo, tiene una vocación fundamental, que es asumir un desafío para reflexionar y actuar que tiene la sociedad, pero también la Iglesia”.
Continúa mientras hojea el estudio: “Cuando yo leo aquí el tema de la precariedad del trabajo, me recuerda a que el alcalde de Parla [Ramón Jurado, PSOE] me dijo que cada día 70.000 personas dejan Parla para ir a trabajar al centro o norte de Madrid en transporte público; o cuando el informe habla de la vivienda, pues yo he visto gente que para empadronarse pagan un dinero a las mafias, o pagan un verdadero dineral por una cama caliente, en la que uno duerme de día y otro de noche, o gente que tiene trabajo medianamente bien remunerado, pero es incapaz de acceder a una vivienda, primero porque no la hay, y segundo porque está en manos de unos cuantos que han subido el alquiler de un modo inmoral”, añade, y continúa citando injusticias para luego concluir: “Esto lo vemos cada día”.
El autor del documento es el primer sorprendido por la buena recepción de don Ginés, quien “no tocó ni una coma”. Aganzo es un sociólogo de 79 años, bien conocido en los círculos de izquierda del sur de Madrid y también por la Iglesia, porque trabajó durante tres décadas para Cáritas, la rama de acción solidaria de la Iglesia. Los informes de Cáritas suelen medir la pobreza y la desigualdad, pero este documento va un paso más allá y se posiciona sobre las causas y las soluciones.
Durante la pandemia, Aganzo había escrito para la diócesis un primer documento sobre la desigualdad. En la primavera del año pasado, un auxiliar de don Ginés le llamó para encargarle uno más amplio. “Lo hice con libertad absoluta”, subraya. “El obispo lo ha firmado y lo ha editado y lo ha presentado. Yo doy por supuesto que si ha hecho eso es porque asume el contenido”.

“El capitalismo y las clases poderosas nunca van a entregar nada gratuitamente si no hay una presión desde abajo”, añade Aganzo. “Quise incluir propuestas de cambio porque hace falta voluntad política y la contestación de los movimientos sociales”. Entre otras cosas, el estudio critica “el nuevo capitalismo” caracterizado por su flexibilidad, porque pone en riesgo a los trabajadores y les hace vivir en continua incertidumbre. Además, culpa de la desigualdad a “un modelo social basado en el neoliberalismo”, al que llama también “individualismo posesivo” que fomenta “valores egoístas, competitivos e individualistas”.
“La cultura del consumo y del crecimiento está instalada en el centro de nuestras vidas”, añade el documento. “Los gobiernos miden el bienestar del país por el crecimiento del PIB, por el número de automóviles producidos y la velocidad del transporte. Atrás quedan otros indicadores de importancia vital para la existencia: la cooperación, la solidaridad, la trama relacional, la hospitalidad o el amor”.
El documento cuenta con un breve prólogo de siete párrafos en el que el prelado destaca “la extraordinaria labor”, “entrega” y “profesionalismo” de Aganzo. El obispo también destaca que el informe es una llamada a la acción y cita al Papa Francisco: “La esperanza nos lleva a reconocer que siempre hay una salida, podemos cambiar de rumbo y salir de los círculos viciosos en los que estamos inmersos”.

El estudio ha sido recogido por medios locales y por los especializados en religión. Ha sido “sorprendente” para quienes siguen el día a día de la iglesia, como José Manuel Vidal, director de Religión Digital. “Es un informe que muy pocas diócesis en España, ni siquiera las más progresistas, serían capaces de producir”, valora Vidal, que considera a Getafe como una de las diócesis más “fachas” de España, junto con Toledo y Córdoba.
Vidal interpreta que don Ginés está tratando de ganar puntos en la jerarquía eclesiástica alineándose con la posturas progresistas del Papa, pero se enfrenta al reto de remar contra un clero opuesto a cualquier giro progresista. “Ginés es un obispo conservador y la diócesis es todavía más conservadora que él”, explica. “Él venía de Guadix donde no eran tan conservador, pero tuvo que adaptarse porque aquí tiene a su cargo un seminario muy conservador en el Cerro de Los Ángeles y tiene curas influencers y movimientos carcas que condicionan el ambiente. Sin embargo, él querría que su clero se adapte a los nuevos tiempos en el Vaticano”.
El seminario se encuentra lejos de los núcleos urbanos, junto a un monumento franquista donde descansan “cinco mártires” asesinados por milicianos republicanos al principio de la Guerra Civil. En lo alto del cerro residen 36 seminaristas que aparentemente no han leído el documento. Un sacerdote y un seminarista que pasean a media tarde se miran extrañados al ser consultados. Tras darle un rato a la cabeza, el cura responde: “Ah, sí. Hemos visto algo en el boletín de la diócesis, pero nada más”.

Algunos ayuntamientos de la diócesis también dicen desconocer el documento, pero al alcalde de Parla, el socialista Ramón Jurado, no se le ha pasado por alto. “Es muy bueno”, valora, “Los progresistas pensamos que debe recibir más quien más lo necesita. No puedo estar más de acuerdo”.
Si algún obispo se ha molestado por el paso dado por don Ginés, no lo han expresado en público. “Nadie le va a decir nada porque es la dinámica general del Papa”, explica Vidal, el experto de Religión Digital. A su modo de ver, la mala salud de Francisco no convierte este movimiento de don Ginés en una mala jugada. Cree que la continuidad de la línea progresista está asegurada porque el Papa ha nombrado a suficientes cardenales afines.
Un bloguero muy influyente sobre asuntos religiosos, Francisco José Fernández de la Cigoña, describe al obispo de Getafe como un hombre inteligente al que se le ha quedado pequeña su diócesis. “Sabe que este es el camino para ascender con un Papa que va de pobre”. Sin embargo, él duda de que el próximo Papa sea necesariamente de la misma cuerda que Francisco: “Los cardenales que ahora son francisquistas lo son porque está vivo”.
Don Ginés lo ve todo dentro de la más absoluta normalidad. Dice que no aprecia divisiones en la Iglesia en torno al Papa y tampoco cree que vayan a volver los curas rojos. Afirma que sus seminaristas reflejan la diversidad de la sociedad, y además, “apenas hablan de política”.
Por su parte, el sociólogo Aganzo parece disfrutar con la inesperada repercusión de su trabajo. “Me ha llamado gente interesada en saber cómo había surgido el informe y también se van a hacer varias presentaciones al público”, cuenta. Se figura que su estudio está dando que hablar dentro del Episcopado. “Debe de haber debate interno”. Si lo hay, se ha quedado dentro de los muros de la Iglesia.
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